Buenos Aires, 1999

 

Isabel   sin Corona

 

La etérea y prodigiosa Elena Tasisto manifestó su deseo de trabajar con nuestra Compañía. ¡Aleluya! Había que encontrar la pieza adecuada. Pasaron por sus manos los textos más variados de los más variados autores. Nada la convencía. El regalo -por mera gentileza y sin un ápice de especulación- de la edición castellana de God save the queen (Torres Agüero Editor, 1994) la decidió.

Trabajar con la Tasisto era un enorme desafío y más aún en un monólogo (la palabra unipersonal no es la más adecuada) Tuvimos que olvidarnos de todo -absolutamente todo- lo que habíamos hecho en París diez años antes. Tampoco nos acordábamos demasiado. Mientras Marilú Marini es una actriz expresionista, Elena es más interior, casi minimalista. Y sus físicos son tan diferentes.

Como las funciones serían en el British Arts Centre creímos conveniente, para evitar confusiones, dejar de lado el título en inglés y optar por el de Isabel sin Corona.

Experiencia fabulosa, para nuestra Compañía y sabemos bien que también lo fue para Elena, una actriz que dignifica, e incluso potencia, todo lo que toca sobre un escenario. Teniéndola a ella es fácil ser ‘el mejor’.

Kado y Sergio

 

PREMIOS ACE 1999

Mejor Espectáculo Unipersonal- Elena Tasisto

 

PREMIO TRINIDAD GUEVARA

Elena Tasisto - Terna Mejor Actriz Protagónica

 

PREMIO FLORECIO SÁNCHEZ

Kado Kostzer - Mejor Autor–

Elena Tasisto - Mejor Actriz Protagónica

 

PREMIO ARGENTORES

Kado Kostzer - Terna Mejor Autor

 

Isabel   sin Corona

Autor: Kado Kostzer

Con Elena Tasisto (Isabel), la voz de Antonio Carrizo (Locutor)

Asistente de dirección: Adriana Estol

Iluminación: Roberto Traferri

Escenografía y vestuario: Sergio García-Ramírez

Puesta en escena y dirección: Kado Kostzer

British Arts Centre

Estreno: 11 de junio de 1999

Funciones en La Plata: Teatro Argentino

 

 

ISABEL SIN CORONA (God Save the Queen) de Kado Kostzer

 

Síntesis argumental

1948 La princesa Isabel, actual reina de Inglaterra, espera su primer hijo. En un triste departamento de un triste suburbio de gran ciudad, otra Isabel también está embarazada. Aquí terminan las coincidencias. Nuestra Isabel guarda cuidadosamente en sus álbumes todo lo concerniente a la dinastía de Windsor. Su vida gira en torno a lo que le sucede a su tocaya en el lejano Reino Unido.

 

Los bebés, el real y el la humilde costurera, nacen con un día de diferencia. A partir de ahí nuestra soñadora heroína se esforzará para que el destino de su Carlitos sea paralelo al del Príncipe de Gales. La realidad no puede ser más opuesta, pero Isabel se niega obstinadamente a asumirla.

 

En cinco escenas, que transcurren entre 1948 y 1981, día de la boda del Príncipe Carlos con Lady Di, se desarrolla el drama cómico de una mujer que eligió un espejo equivocado para reflejarse.

 

Personajes: 1 femenino

 

 

 

DIJO LA PRENSA

Excelente Elena Tasisto en “Isabel sin corona”

Es justamente un deliberado tono menor lo que la torna creíble y suscita la ternura, la complicidad y la compasión del espectador… En esta obra el director trabaja a fondo con la excelente Elena Tasisto para realzar de una manera fantástica los conflictos de este texto sencillo pero honesto en lo patético de su mensaje. Cuida y seduce a su actriz con el mismo amor con el que Isabel pretende coronar a su hijo, solo que a diferencia de la ficción, Kostzer logra su objetivo en un impresionante ruedo… Fabulosa. Elogioso también es el vestuario y ambientación de Sergio García-Ramírez.

Roberto López, julio de 1999

 

Muy buena

Kostzer se encarga de que su texto se enfrente a una problemática aguda de un modo chispeante y divertido… El absurdo que resulta de la idolatría llevada a su última potencia hace que el público ría de la mano de Tasisto. Del mismo modo en que los grandes humoristas conciben su texto, el autor y director de esta propuesta consigue que mientras el drama se teje sobre el escenario, el espectador disfrute… El espectáculo cuenta con una escenografía interesante que trabaja con el concepto de un recorte fácilmente insertable en una totalidad –metafóricamente- nuestra sociedad…Una actuación deslumbrante de Elena Tasisto.

Federico Irazábal, El Cronista, 13 de julio de 1999

 

Historia conmovedora y por momentos muy divertida

Como siempre, en todas sus piezas Kado Kostzer matiza el discurso de sus personajes, engañados o ilusionados con una ironía sutil; ellos no saben que son víctimas de la ironía, trágica a veces, pero siempre compasiva, no destructiva… ¡Vengan a ver esta pieza!

Estela Cédola, El Día, La Plata, 14 de junio de 1999

 

Exquisita maestría actoral

La creación del entorno de este personaje es muy rico, tanto en detalles de la época como en los seres ausentes que lo transitan, lo cual promueve un trabajo de imaginación para el espectador sumamente interactivo. La propuesta preanuncia momentos de contrastes, para los cuales Elena Tasisto abunda en su exquisita maestría actoral haciendo trascendentes cada palabra y cada movimiento.

Luis León ,NX, julio de 1999

 

Retrato satírico pero teñido de compasión

Con una marcada predilección por los personajes femeninos como protagonistas de sus obras y por la infiltración de la locura en la vida cotidiana, Kostzer traza en esta fábula, un retrato satírico pero teñido de compasión, de esa mujer de barrio, con pajaritos (que anidaron en las revistas del corazón) en la cabeza, que opta por darle relieve a su opaca existencia, inventando y alimentando una fantasía que devendrá tragedia en la realidad… En otra de sus milagrosas actuaciones, Elena Tasisto recorre con multiplicidad de recursos instancias de la vida semi soñada de esta otra Isabel a través de tres décadas.

Moira Soto, Página 12, 25 de junio de 1999

 

Rigor expresivo

La atmósfera amarga y tierna, la parca escenografía y el rigor expresivo de Elena Tasisto hipnotizan y conmueven.

A. R., Veintiuno, julio de 1999

 

Exquisita maestría

Toda la composición actoral de Elena Tasisto está elaborada con una exquisita maestría.

Susana Freire, La Nación, 18 de junio de 1999

 

Una simple y adorable, pero en definitiva, áspera obra

Cuando los nuevos dramaturgos parecen decididos a mostrarle a su intrépido público un bagaje de confusas situaciones y conflictos, Kostzer opta por una manera despojada de contarnos una historia, lo que se convierte en un saludable bálsamo.

Marcos Montes, Buenos Aires Herald, 13 de junio de 1999

 

Acertados hallazgos

Elena Tasisto hace una composición refinadísima y absolutamente creíble ayudada por la dirección del autor que parece respirar con los sentimientos de la actriz… Los pequeños detalles cotidianos que definen el carácter del personaje son acertados hallazgos.

Nina Cortese, Ámbito Financiero, 3 de Julio de 1999

 

Lograda y vigente

Esta lograda y vigente obra de Kado Kostzer nos habla del cholulismo endémico que, en mayor o menor medida, padecemos los argentinos (por no decir, los habitantes de todo el planeta)… La puesta en escena y dirección de Kostzer también eligen la falta de estridencia, el toque cotidiano, el apunte costumbrista, para retratar una realidad fácilmente reconocible. Cuenta para ello con la muy lograda escenografía de García-Ramírez que recrea con rigurosa fidelidad un modesto departamento de los ’50. El escenógrafo es responsable así mismo de la copiosa y muy pintoresca muestra El Mundo de Isabel.

Irene Bianchi, El Día, La Plata, 16 de junio de 2000

 

 

Seis bellisimas fotos de la eterea Elena Tasisto.