Famille d'Artistes

París, 1981

Famille d’artistes

 

Conocí a la familia Martinoli en pleno a fines de los ‘60 en uno de sus insólitos recitales anuales. El auditorio de la Facultad de Medicina, cedido gentilmente, era el último reducto donde cada uno de sus miembros desparramaban generosamente sus habilidades artísticas, especialmente la mimada de todos, Lida, ‘prima ballerina etoile’. El público se dividía en dos grandes grupos: admiradores ingenuos e irónicos sádicos. Desde el primer instante yo me situé justo en el medio de ambos bandos vivenciando los más opuestos sentimientos y emociones.

Mi sincera fascinación por su ‘fuego sagrado’ y la ternura de su actitud frente al arte me llevaron a lograr ser admitido en su legendaria casa de la calle Ecuador. Esta cercanía me impulsó a escribir una nota, con estructura teatral, sobre los Martinoli que apareció publicada en 1970 en Panorama, entonces revista líder de opinión. El puntapié inicial estaba dado.

Mi vinculación con Alfredo Arias y su Groupe TSE de París me permitió concretar una obra teatral contando las miserias y grandezas de una familia argentina con muchos puntos en común con los geniales Martinoli.

Iris Marga, primera dama del teatro argentino, ya retirada, volvió a escena ¡a los 89 años actuando en francés! para encarnar a la jefa de tan particular familia. Y se convirtió de inmediato en la mimada del público y la crítica.

La atmósfera porteña estuvo realzada –magistralmente- por la inspirada música de Astor Piazzolla que dignificó mis letras escritas ‘a la manera’ de tan sublimes como naïves artistas.

 

Kado

 

 

DIJO LA PRENSA

Una familia argentina en París

Famille d’Artistes es el sainete, el tango que se aleja del tango, de Piazzolla, el guiño nostálgico e irónico a cierto cine argentino de los años ’30, ’40… Cuando el cierto momento de esta comedia enloquecida con fondo de melodrama –uno se sorprende constantemente llorando cuando ya iba a estallar en carcajadas-, en este patio de casa argentina popular que es el espléndido decorado de Roberto Plate, Iris Marga separa la ropa tendida como si fueran los pequeños telones de una ‘comedia del arte’, para adelantarse hacia el público, es el Teatro mismo quien avanza en toda su grandeza, reducido a lo esencial: el comediante y un texto, dos palabras y una pasión… Podría creerse que este espectáculo, en francés, solo pueden comprenderlo los argentinos pero ocurre todo lo contrario.

Héctor Bianciotti, (París) para La Nación, Buenos Aires, 1989

 

La magia universal del teatro

Si alguna vez la expresión ‘magia del teatro’ tuvo sentido fue esa noche… Famille d’Artistes toca los puntos clave del lugar común, la sensiblería y el mal gusto, de lo sublime y lo ridículo logrando eso que debería ser el objetivo único del teatro: hacer reír y llorar con chistes evidentes, con sentimientos conocidos de modo que uno se pellizque preguntándose de qué se ríe y por qué llora… Iris Marga es una reina prodigiosa, llena de malicia y dignidad.

Alicia Dujovne Ortiz (París), para El Ciudadano, Buenos Aires, 1989

 

Metáfora sobre la Argentina

Anécdotas conmocionantes de una familia de artistas italo-argentinos, casi fracasados, casi sublimes, tal como Buenos Aires los ama… Iris Marga figura legendaria del teatro argentino es la mascota, el talismán del espectáculo… Lo extraordinario está al alcance de la mano… Una metáfora sobre la Argentina.

Jean-Pierre Thibaudat, Liberation, París, 14 de marzo de 1989

 

Momentos bellos y poéticos

La pieza es una alegoría de la cultura argentina, fecunda pero también esquizoide por la infiltración europea… Los momentos más bellos y poéticos son los musicales… Y el gran final: La ascensión al cielo de la familia por una escalera salida de la fantasía del escenógrafo Roberto Plate.

Rita Cirio, L’Expresso, Roma, 16 de abril de 1989

 

Un precioso espectáculo

Ellos son explosivos de fantasía, de locura, de ternura, de inocencia y de emoción… Un precioso espectáculo... Estos artistas venidos de Buenos Aires, Iris Marga sobre todo, tienen la poesía a flor de piel… La música Astor Piazzolla los acompaña deliciosamente y da el tono a esta velada en la que Arte no es solo una simple palabra.

V. R., France-Soir, París, 10 de marzo de 1989

 

Un sabor singular

Fantasía, extravagancia y un evidente placer de hacerla: es la comedia con canciones de los argentinos de París con los tangos especialmente compuestos por Astor Piazzolla… Un viaje deliciosamente histérico… Los actores le dan al espectáculo un sabor singular.

Marine Vogel, L’Epress, París, 17 de marzo de 1989

 

Extravagante y alegre

Extravagante y alegre. Así es la Familia de Artistas que triunfa en el Teatro de Aubervilliers.

Paris Match, 16 de marzo de 1989

 

La locura como modo de vida

Un espectáculo para no perderse bajo ningún pretexto. La loca jornada de una familia excéntrica de actores que buscan en el teatro, en la ficción, en la locura la salvación ante una realidad brutal, aplastante y demasiado gris… Trata, de manera risueña y desenfrenada, el tema de la locura como modo de vida, como exaltación de un sueño... Hecha con genio, va más allá de una fantasía desmesurada, espiritual y cómica.

Irene Sadowska-Guillon, L’Actualité de la Scenographie Nº 41, París, 1989

 

Acordes desgarrantes y nostálgicos

El decorado de Roberto Plate es magnífico. Una majestuosa escalera, parece de mármol, pero está cubierta con papeles de diario, por ella la familia sube al cielo estrellado bajo los acordes desgarrantes y nostálgicos del bandoneón de los tangos de Astor Piazzolla.

Arlette Frazier, Pariscope, París, 19 de abril de 1989

 

Locura en el estado más puro

Un argentino solo es un poeta, dos argentinos un tango, tres argentinos son un drama, toda una compañía es una locura en el estado más puro. Y como si eso fuera poco háganlos bailar, cantar, actuar… Se obtendrá esa forma elaborada de locura que es el teatro.

Isabelle Garnier, Le Figaro Magazine, París, marzo de 1998

 

Mágico

El espectáculo es cómico y triste a la vez. Lleno de familiaridades cotidianas y de emociones poéticas. Mágico… Uno se maravilla con lágrimas en los ojos. Con su acento venido de otro lado, su genio exótico, la banda del TSE nos habla de las angustias del exilio, el exilio sobre todo de estar lejos de su arte, de su deseo.

Fabienne Pascaud, Télérama, París, 15 de marzo de 1989

 

Conmovedoramente poético

Un divertimento tan ligero como grave que termina en apoteosis… Astor Piazzolla compuso una música desgarradora, lancinante. Tangos, por supuesto, que las letras de Kado Kostzer hacen oscilar entre lo grotesco y lo conmovedoramente poético.

Le Quotidien, París, 15 de marzo de 1989

 

Milagro en Aubervilliers

Hay que saber reír y llorar con las aventuras de esta familia, con estos actores… La que domina a la familia y domina el escenario es, por su extraordinaria vitalidad, Iris Marga. Hubiésemos querido decir Dame Iris Marga, una reina de la escena de Buenos Aires sobre la que el tiempo se niega a pasar… Ella es deliciosa, divina y no pierde jamás ni un ápice de su clase… En Aubervilliers creemos en los milagros y eso está muy bien.

Armelle Heliot, Le Quotidien de París, París, 14 de marzo de 1989

 

Vendaval de emociones

Esta obra en tres actos oscila entre el sueño y la realidad… Es un vendaval de emociones que te impregna y de repente, paf, te llega a las entrañas, entonces lo único que se puede hacer es aplaudir para que ese estado se prolongue.

Anne Pledit K. L’Affiche, París, abril de 1989